El Gobierno se anticipó a tomar distancia de los gobernadores que nunca se mostraron predispuestos a acompañar la convocatoria de Javier Milei para suscribir el Pacto de Mayo. El ministro del Interior Guillermo Francos nunca exploró la posibilidad de acuerdos ni se reunió a solas con el bonaerense Axel Kicillof ni con el pampeano Sergio Ziliotto.
En Balcarce 50 jamás se ilusionaron tampoco con un guiño de los gobernadores de Tierra del Fuego, Gustavo Melella; de Formosa, Gildo Insfrán; o de La Rioja, Ricardo Quintela, algunos de los cuales, participaron de reuniones mano a mano con el ministro político.
En el Gabinete no quieren tampoco regalarles -en especial a Kicillof- una plataforma mediática para que critique in situ el acuerdo de 10 políticas que busca escenificar respaldo a las políticas de un presidente sin gobernadores, intendentes y en minoría legislativa.
Aquí, un repaso uno por uno de los gobernadores que no fueron invitados a la cumbre y que no apoyan el pacto convocado por el Presidente y su vínculo con el Gobierno.
Los que rechazan
1. Axel Kicillof (PJ, Buenos Aires). “Arranquen si no llego”, ironizó el gobernador del distrito más populoso del país tras la convocatoria del Presidente en el Congreso el 1 de marzo. Francos, que por entonces preparaba el terreno para recibir a los 24 gobernadores en la Casa Rosada, explicitó entonces que no necesariamente el Gobierno planeaba invitar a Kicillof.
“Las canchereadas están fuera de lugar. Todavía nadie lo invitó. Si se pone en esa posición, difícil invitarlo”, dijo el ministro durante su visita a ExpoAgro. Dos meses de después, nada cambió entre los opositores duros y la Rosada.
Por ser el gobernador más cercano a Cristina Kirchner, a pesar de su interna, suele ser también el blanco preferido del Presidente. “Kicillof tiene que bajar el gasto, no aumentar impuestos. Pasa que él tiene los mismos defectos conceptuales que Martín Guzmán”, lo criticó Milei luego del aumento inmobiliario. El jefe de Estado replicó el llamamiento a una rebelión fiscal que hizo el titular de la comisión de Presupuesto José Luis Espert.
El gobernador bonaerense también polariza cada vez que puede con Milei y lo califica como «standupero». Fue el primero en pedir que el Senado rechace la Ley de Bases. Tiene, además, un récord particular entre sus pares: demandó cuatro veces al Ejecutivo ante la Corte Suprema.
En febrero demandó al Estado nacional ante el Máximo Tribunal, por el cese del Fondo de Fortalecimiento Fiscal. En abril presentó una tercera demanda cuando dejó de cobrar el Fondo de Incentivo Docente (Fonid) y una segunda cuando el Gobierno eliminó el Fondo de Compensación al Transporte Público de Pasajeros por automotor urbano y suburbano en el interior. La cuarta fue para exigir la regularización de los fondos para el financiamiento de la Caja de Previsión Social (Anses): $ 681.000 millones.
2. Sergio Ziliotto (PJ, La Pampa) nunca se reunió a solas con delegados del Ejecutivo. Fue uno de los primeros en rechazar la idea del Pacto de Mayo. “Nunca será posible si antes no se respeta la Constitución”, contestó enseguida. Desde entonces y sin aspiraciones personales de convertirse en un referente nacional se convirtió en un articulador del peronismo. “Tengo la responsabilidad de gobernar y defender La Pampa. Ningún acuerdo me llevará a resignar ningún derecho de las y los pampeanos”, señaló el gobernador que definió el Pacto de Mayo como “una cortina de humo”.
El gobernador realizó una cadena provincial para denunciar los efectos del Mega DNU y en abril demandó al Estado ante la Corte Suprema por la deuda de Nación con la caja jubilatoria. En febrero presentó un amparo ante el máximo Tribunal para volver a cobrar el Fondo Compensador del Transporte. Los libertarios no ven ganancia en negociar con Ziliotto, donde la ola violeta se impuso con comodidad en noviembre de 2023. El mandatario provincial señala que todavía no hay respaldo político para impulsar un juicio político contra el Presidente.
3. Ricardo Quintela (PJ, La Rioja). El gobernador de La Rioja, también fue uno de los más apuntados por la Casa Rosada desde el 10 de diciembre. Presentó un amparo ante la Corte Suprema en diciembre en contra del Mega-DNU, pero los supremos fallaron a favor del gobierno.
El gobernador riojano había amenazado antes del balotaje con renunciar si Milei era electo presidente. También fue apuntado por la emisión de bonos provinciales. A su perfil de opositor duro se le suma otro componente: las aspiraciones de Martín Menem. El presidente de la Cámara de Diputados no oculta su deseo de emular a su tío, el ex presidente Carlos Saúl Menem, y convertirse en gobernador de su provincia.
4. Gildo Insfrán (PJ, Formosa). El gobernador de Formosa desde 1995 es también el presidente del Congreso del PJ y un símbolo emblemático de “la casta” para el Gobierno. Gestiona la provincia desde 1995.
“Es el ejemplo más claro de un feudo que atrasa 100 años”, señaló el ministro del Interior. Por eso, sorprendió que el gobernador se quedara en la reunión de mandatarios del Norte Grande con Francos, donde también estuvo Quintela. Pero hasta ahí llega el amor. “El presidente miente, no tiene déficit cero y mucho menos superávit”, contestó Insfrán después de la última cadena presidencial del Presidente. Insfrán y su alter ego en el Senado, el jefe de bloque José Mayans, al igual que el riojano Quintela, no chocan a pesar de la dependencia de su provincia con la coparticipación nacional.
5. Gustavo Melella (UCR K, Tierra del Fuego). Aliado de UxP, se convirtió en uno de los patagónicos más duros. “No se sabe qué es, son títulos. Milei dice ‘es esto o nada’ y eso no es un verdadero acuerdo”, sostuvo el gobernador apenas trascendió la invitación del Presidente al Pacto de Mayo.
El gobernador evitó mostrarse con el Presidente durante la visita de la jefa del Comando Sur Laura Richardson a la provincia. Melella declaró a la general estadounidense como persona no-grata y la calificó de cómplice de la ocupación británica. José Luis Espert criticó duramente el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, pero el Presidente no cargó contra el sistema que -por impulso de la oposición en el debate por la ley bases- podría ser revisado.
Las dudas: un norteño y tres patagónicos
6. Gerardo Zamora (UCR K, Santiago del Estero). La posición del gobernador de Santiago del Estero por ahora es una incógnita. Prestó algunos servicios al Gobierno sin dejar los dedos marcados. Sus legisladores pegaron faltazos en el Senado cuando se eligieron autoridades en las comisiones y en la primera votación de la Ley de Bases, en Diputados. El gobernador se reunió mano a mano con Francos y el ministro le prometió rehabilitar obras públicas.
7, 8 y 9. Claudio Vidal, Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck («Provinciales» de Santa Cruz, Neuquén y Río Negro). El gobernador de Santa Cruz tiene una relación tirante con el Gobierno, pero su presencia en Córdoba para el Pacto de Mayo, al igual que las de los mandatarios de Nequén y de Río Negro, todavía es una incógnita.
Los tres se plantaron junto al chubutense Ignacio Torres, del PRO; Melella y Ziliotto, y amenazaron con cortar la producción de petróleo y gas. La Patagonia es la región donde más impacta la reversión de Ganancias. El comportamiento de sus senadores para la votación de la Ley Bases podría ser determinante para fijar sus invitaciones.