Se dice que cada pareja es un mundo. Teniendo en cuenta que el sentimental es uno de los vínculos interpersonales más complejos, porque varias cosas tienen que estar en sintonía para que la relación pueda perdurar en el tiempo, cada uno tiene sus técnicas. Sin embargo, los expertos destacan una en particular: el método 7-7-7, que explica lo que hay que tener en cuenta para tener un noviazgo más duradero y sano.
Esto parte de la premisa de que para que un vínculo funcione y no se pierda en el tiempo, se debe mantener el amor lo más vivo posible, a pesar de las diferentes etapas por las que pueda pasar una relación de pareja. Para hacerlo, apareció el método 7-7-7 como respuesta: cada siete días tener una cita nocturna, cada siete semanas una noche libre y cada siete meses unas vacaciones románticas. Claramente, el fin último es pasar tiempo de calidad juntos, intentando no caer en la rutina absoluta.
Es importante tener en cuenta que el entendimiento en las relaciones se volvió el objetivo clave de la psicología contemporánea, ya que hay numerosos estudios que buscan descifrar la complejidad de los vínculos afectivos, además de los motivos por los que ellos terminan. Uno de los más comunes es que, al estar mucho tiempo en pareja, se puede volver todo monótono, por lo que muchas personas dejan de tener citas o demostrar cariño de la forma que lo hacían en un comienzo, situaciones que pueden conducir directamente al fin de la relación.
Es entendible que en ocasiones las personas se sientan desconectadas de sus parejas. El estrés laboral, problemas familiares o conflictos con amigos pueden generar un estado de ánimo que impida expresar afecto hacia el otro. Sin embargo, cuando esta situación se vuelve frecuente, puede ser el comienzo del fin.
Investigaciones sugieren que las parejas que comparten risas, lágrimas, y que son capaces de brindarse apoyo mutuo, tienden a tener una relación duradera y exitosa a largo plazo. De hecho, aquellas que se toman el tiempo suficiente, al menos entre 45 minutos y una hora por semana, para establecer una conexión real mediante la comunicación efectiva y el escucharse mutuamente, suelen mantener un vínculo sólido.
En este punto es donde entra en juego el método 7-7-7, para tener presente tomarse ese tiempo que, quizás, no surge espontáneamente. A pesar de que muchas parejas piensen que la programación arruina la naturalidad, lo cierto es que la gran mayoría nunca tiene tiempo ni energía para organizar los planes a último momento.
A pesar de la eficacia de este método, muchos expertos coinciden en que no siempre puede mantenerse a largo plazo, por el peso que implican las responsabilidades y exigencias de cada uno. De todas formas, todos estos factores no son ningún problema de cara a este sistema, puesto que siempre se puede adaptar a cada tipo de relación. Es decir, se puede tener citas nocturnas en casa, realizar excursiones de un solo día o encuentros accesibles para ambos, debido a que el objetivo final es lograr una conexión en esos momentos que las cosas se vuelven abrumadoras. Según los especialistas, es fundamental si se busca la longevidad en una relación.
LA NACION