La periodista de TN Paula Bernini vivió este martes un momento desagradable durante un móvil en vivo cuando fue duramente increpada por una mujer que la insultó y se le puso cara a cara, en una posición desafiante.
La movilera fue a hablar con distintas personas en la zona de Vicente López, a unas 20 cuadras de la Quinta de Olivos, donde en ese momento distintas agrupaciones piqueteras realizaban una protesta.
Mientras conversaba con una mujer, se acercó una chica que inmediatamente comenzó a increparla: «Forros de mierda, vos TN también, todo esto fue bancado».
A las 13.46, sobre la avenida Maipú, a pocos metros de que la misma se convierta en Cabildo, la periodista salía en vivo. Solamente se escuchaba su voz. La cámara enfocaba a los autos, hasta que comenzó su ataque.
Súbitamente, la mujer se le acercó a Bernini hablándole, de modo desafiante, sobre el precio de la leche y el vínculo con Javier Milei.
«¿Cuánto cuesta?», respondió la periodista ya en cámara, con la mujer haciendo ademanes con sus manos e insultando. Remera blanca, piloto negro y lentes oscuros fue el uniforme con el cual se presentó.
«¡Forros de mierda! Vos, TN, también. ¿Sabés qué? Todo esto, ustedes, fueron votados», dijo ya con el tono elevado, mientras otra mujer, con dos perros caminando a su lado y una riñonera cruzada sobre su torso también se manifestó agitando sus brazos.
Mientras tanto, la agresora, que nunca quiso dar a conocer su nombre, continuaba con las acusaciones. «Ustedes fueron votados, ustedes fueron bancados, Magnetto… Van a correr ustedes», espetó, señalando a Bernini.
La periodista, intentando mantenerse en su estado inalterable, no dejó de ofrecerle el micrófono y mirarla con una sonrisa. Una tercera mujer se cruzó en cámara y le gritó «cipayos» a la periodista. La agresora aprobó: «¡Sí, cipayos!».
Al mismo tiempo la acusación de «vendepatria» también se escuchó en la boca de una nueva mujer que se cruzó por el lente de la cámara. Sin embargo, otra, mayor, quiso intervenir pero resultó también víctima de epítetos.
Con una bolsa blanca, gorra beige y teléfono celular en mano, intentó decir algo, pero la mujer de piloto negro volvió a ponerse cara a cara con la periodista y le reprochó: «Decían que las mujeres iban a parir en el monte. ¿Vos sos esa?». A esa altura, la agresora ya se había puesto cara a cara con la movilera.
«No sé, si me conocés tanto…», le respondió Bernini.
La mujer de piloto negro atinó a explicar la acusación, pero la señora de gorra beige defendió a Bernini. «¿Por qué la atacás, si ella es periodista?».
La agresora no menguó su ataque. «Vos estás re contenta con el operativo, ¿no?», le respondió a la otra transeúnte. «Pero tiene que ser, tiene que ir a trabajar», devolvió la señora.
«¡Señora, están reclamando alimentos!», alegó la violenta protagonista quien, al no encontrar aliada en la otra participante, la mandó a callar y la agredió también: «Cállese, señora facha».
«Por qué me pecheás»: el ida y vuelta entre la periodista de TN y la agresora
El intercambio, hace rato sin hilo conductor ni idas y vueltas coherentes, volvió a tener a Bernini y a TN como los ocupantes del banquillo de los acusados.
—Y vos, TN… —prosiguió la mujer, que volvió a ponerse cara a cara con Bernini.
—Yo me llamo, Paula —respondió la periodista.
—Vos, TN…
—Yo me llamo Paula, ¿y vos?
—Ah, sí, vos sos Paula.. ¡Vos sos una mercenaria de Magnetto!
—Vos, ¿cómo te llamás?
—¿Y a vos qué te importa? ¿Qué sos? ¿Policía? —prosiguió en tono desafiante y con idas y vueltas desde y hacia el cuerpo de la periodista.
«¿Por qué me pecheas?», le preguntó Bernini a su interlocutora. Ella abrió sus brazos y midió la distancia entre ambas con su mirada y retrucó: «¿Quién te pechea? Vos te estás acercando».
«Pero si yo estoy tranquila acá», retrucó la movilera, que volvió a ser llamada al silencio por parte de quien ya había captado la atención y la tensión de la zona comercial y limítrofe entre Vicente López y la Ciudad de Buenos Aires.
«Pero callate, dale, si nos conocemos… ¿Sí? Dale… Deciles cuánto cuesta la leche que toma Milei de Israel», volvió a la carga. La periodista, que dijo desconocer ese dato, le pidió a la agresora que se lo cuente, pero ésta prosiguió con el sinsentido.
«Si él no sabe el precio de una leche común que toma la gente que viene a reclamar acá el alimento…», dijo en alusión a la entrevista de Milei con la CNN. «Ustedes son responsables de todo este gobierno, eh. Mentirosos, mercenarios, van a correr algún día«, dijo mientras comenzó a alejarse por donde horas antes manifestantes intentaron llegar a la residencia presidencial de Olivos para ser recibidos y reclamar alimentos para comedores.
«Para eso está el micrófono, para que la gente se desahogue», reflexionó Bernini mientras su agresora se alejaba, dejando algún otro comentario. Desde el estudio del canal, Federico Wiemeyer, conductor del segmento del canal de noticias: «Ya está, Pauli, me parece, eh… ya está». Eran las 13.48. Habían pasado apenas dos minutos desde el inicio del intercambio.
«Está paranoica, ya le diste lugar», comentó Eleonora Cole, también conductora del canal. Ambos, dedse el estudio se mostraron sorprendidos por «el nivel de violencia y locura» de los últimos 120 segundos al aire.
De inmediato, la cronista fue a buscar otro testimonio sobre la misma avenida Maipú de la protesta y las agresiones.