InicioPolíticaEspejo del FBI: cómo es el plan de Milei y Bullrich para...

Espejo del FBI: cómo es el plan de Milei y Bullrich para convertir a la PFA en una agencia nacional contra el delito

“Vamos a reformar la Policía Federal para convertirla en una agencia federal de investigación criminal, aumentando su eficiencia operativa, su profesionalización, su tecnología y su capacidad para combatir delitos tanto nacionales como transnacionales”, expresó Javier Milei en su cadena nacional del martes a la noche.

Fue al entrar en el capítulo de seguridad en el que, tomando la doctrina de la campaña electoral presidencial de quien es hoy su ministra del área, Patricia Bullrich, repitió el slogan: «el que las hace, las paga«.

Quienes trabajan cerca del Presidente, y algunos pocos efectivos sabían de qué se trataba lo que estaba diciendo el mandatario. Milei y Bullrich trabajan sobre un proyecto de ley que busca descentralizar la emblemática PFA con el modelo de la estructura del FBI de los Estados Unidos (Federal Bureau of Investigation) como espejo.

Milei buscó mostrar los pilares de su gobierno en pantalla, hizo que en el plano cerrado de la imagen entraran, primero su hermana y sostén Karina Milei (secretaria general de la Presidencia) y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y luego sus ministros Bullrich (Seguridad) y Luis Caputo (Economía).

Qué es lo que se sabe del proyecto de ley en el que se está trabajando y que es objeto de conversaciones con distintos expertos. Por empezar, que en el texto de la ley que prepara, Bullrich está trabajando junto al experto en desarrollo y evaluación de políticas, Diego Fleitas Ortiz de Rozas.

Se apunta a descentralizar a la PFA, que hoy tiene una conducción central nacional y, de aprobarse la reforma, se buscará dar a las cabezas de las distintas regiones de conducción propia para que se creen estructuras profesionales similares a la de la nacional, con unidades de investigación, científicos, cibercrimen y demás, pero a nivel regional. La intención es que no dependan de los mismos elementos que les provee la conducción nacional.

Aunque no es comparable, el FBI tiene un cuartel central en Washington DC y agencias regionales, como las que imaginan Milei y Bullrich.

La estructura actual de la PFA la encuentra con una jefatura -el jefe hoy es el comisario general Luis Rolle –, una sub jefatura, y once superintendencias. La estructura del FBI descentralizada no solo es fruto de un país como Estados Unidos fuertemente descentralizado a diferencia de la Argentina.

Clarín consultó dentro de las fuerzas cómo cayeron los anuncios y opinaron que “con mucho escepticismo”, aunque reconocen la necesidad urgente de hacer un cambio en la fuerza creada en 1943, que tuvo su época de oro, sus años de oscuridad durante la dictadura -porque sus efectivos estuvieron ligados a la guerra sucia- y vio crecer nuevos elementos de combate del delito como las policias provinciales, la de la Ciudad y la Gendarmería, que tiene hoy 45.000 efectivos y un importante despliegue territorial. Pero la PFA siempre conservó lo que se llaman “fierros” y un sofisticado profesionalismo.

El cambio produce resistencias de la PFA, especialmente a que le saquen poder a las jefaturas, pero se sabe que Bullrich tiene fluida comunicación con su conducción.

«Estoy de acuerdo con la reforma», dijo en consulta con Clarín el comisario general (re) Alejandro Ñamandú, ex Superintendente de Investigaciones de la Policía Federal Argentina, quien recordó que desde 2015 el ex presidente Mauricio Macri dividió la fuerza en dos al enviar un 50% de su personal y los recursos con su transferencia a la Ciudad de Buenos Aires.

Desde entonces, la Policía Federal pasó a tener la primera unidad antiterrorista, la unidad anti-secuestros de mayor prestigio del país y se creó la primera unidad antimafia fuera de Italia.

Ñamandú dijo coincidir con Patricia Bullrich en que la PFA tiene el ADN basado en la investigación criminal y en la protección de Estado por lo que «el desafío es ver cómo transformar la mentalidad de los policías que se encuentran en el interior del país, dotar de equipamiento y un nuevo régimen de instrucción en todos sus institutos de formación apuntados a la lucha contra el crimen transnacional organizado y narcoterrorismo», aunque reconoció que hay quienes «no lo entienden».

Otras fuentes consultadas indicaron que el otro problema es que toda la gente que está en el interior del país también es parte del problema. “Van a tener un gran desafío. Imaginate que vos tenés hoy un cuadro que vive en la provincia de Corrientes y que tiene que investigar a alguien en la provincia de Corrientes” como pasó con la desaparición del niño Loan, mencionó un referente del sector.

“O tiene un primo, o un familiar, o un amigo que es conocido de esa banda. Entonces es un gran problema”, aseguran para señalar que la centralización en ese caso ayuda, ya que se envían efectivos del cuartel central en operativos secretos que no estén contaminados con el “medio ambiente local” y con esto, con los lazos de sus amistades.

Pero regiones como la Triple Frontera y sus desafíos hacen que el cambio sea prioritario pero “sin plata es muy dificil», afirman.

Más noticias
Noticias Relacionadas