En las últimas semanas, se reportaron numerosos avistamientos de drones que miden hasta 1,80 metros de diámetro en distintas regiones del estado de Nueva Jersey, en Estados Unidos. Después de días de pánico, teorías conspirativas y declaraciones oficiales, la Casa Blanca intentó transmitir tranquilidad y afirmó que vuelan legalmente. Pero el presidente electo, Donald Trump, sugirió que el gobierno oculta información. Desde la Agencia Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) advirtieron qué es lo que se debe hacer y lo que no en caso de un avistamiento.
Los residentes del estado que linda con Nueva York publicaron numerosos videos en sus redes sociales donde mostraban como los dispositivos volaban sobre áreas como el río Raritan, el embalse Round Valley y zonas costeras. Otros se detectaron cerca de instalaciones estratégicas como el Arsenal de Picatinny y un campo de golf en Bedminster, relacionado con Donald Trump.
Frente al miedo y la desconfianza de los ciudadanos en torno al merodeo de estos aparatos, la FAA le pidió a los ciudadanos estadounidenses que si ven un dron en el cielo no le disparen, ya que estos dispositivos califican como aeronaves y la Ley de Sabotaje a Aeronaves indica que dañar o destruir aeronaves es un delito federal, más allá de que estén volando sobre una propiedad privada.
“Un ciudadano particular que dispara contra cualquier aeronave, incluso una no tripulada, plantea un riesgo de seguridad significativo. Una aeronave no tripulada alcanzada por disparos podría estrellarse, causando daños a personas o propiedades en tierra, o podría colisionar con otros objetos en el aire”, declaró la FAA en diálogo con NBC News.
En una conferencia de prensa realizada en Palm Beach, Florida, el líder republicano afirmó que el gobierno tiene conocimiento sobre estos incidentes, pero que se niega a dar explicaciones. “Nuestro ejército sabe de dónde despegaron y adónde fueron. Por alguna razón, no quieren comentarlo”, expresó el republicano en diálogo con la prensa, según informó AP. También mencionó que miles de residentes en las zonas afectadas presenciaron los drones y que algunos incluso lograron fotografiarlos. Además, señaló que la falta de transparencia busca “mantener a la población en suspenso”.
La respuesta oficial del gobierno federal
John Kirby, portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, informó que el gobierno federal no detectó amenazas de seguridad pública o nacional relacionadas con los drones reportados en el noreste. Además, agregó que hay “más de un millón de drones registrados legalmente ante la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos”. Según Kirby, podrían tratarse de aeronaves comerciales, recreativas o incluso confusiones con estrellas.
El FBI, junto a otras agencias, recibió más de 5000 reportes ciudadanos sobre avistamientos de drones en las últimas semanas. Sin embargo, solo alrededor de 100 casos fueron considerados lo suficientemente creíbles como para requerir una investigación más profunda. Hasta ahora, las autoridades no encontraron evidencia de que estos dispositivos tengan vínculos extranjeros o representen un peligro significativo.