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Candidatos pelados en la Ciudad, gobernadores en guardia y se ensucia el debate por Ficha Limpia

Urnas: juegan con fuego

La incertidumbre electoral por un sistema que este año debuta con la ley de Boleta Única y unas PASO en revisión agita los espíritus ingeniosos, en especial adonde la suerte del oficialismo es más que viscosa. El Gobierno juega a disolver el andamiaje legal del sistema electoral, cuando en realidad debería apoyarse en certidumbres formales. Después de todo, Milei es presidente porque funcionó el esquema institucional de la Argentina.

En provincia de Buenos Aires, Cristina y Kicillof pueden tejer una oferta competitiva como para ganar las legislativas. Si mantienen la unidad y aciertan al candidato pueden superar la amenaza de divisiones. Son siempre una sombra sobre el peronismo, al que se puede definir como todo partido que se divide por dos.

En la provincia de Buenos Aires el PJ libra una pelea entre proyectos personales. En cuanto a programa piensan lo mismo y van a terminar jugando juntos. El no peronismo, en cambio, tiene diferencias personales, pero también de programa. No es lo mismo Espert que Abad o Manes. No es lo mismo Santilli que la princesita.

Pelados competitivos

En CABA, por el adelantamiento de fechas, el panorama es más entretenido y convierte a la Legislatura en la vidriera en donde se librará el test más importante. Hay un armado en marcha, que adelantó esta columna, para construir una candidatura de Horacio Rodríguez Larreta en cabeza de una lista a la Legislatura.

Tiene activos muy competitivos; alta tasa de conocimiento, con lo cual evita el esfuerzo principal de muchos candidatos por instalarse. Ese conocimiento está identificado con una gestión que el público premió en las elecciones. También agrega un factor poco visible pero clave: aunque está en el llano, es uno de los propietarios de la actual administración, que ejerció junto a Macri durante 16 años.

Toda la nomenclatura de la ciudad pertenece a la demografía del macri-larretismo. Si no está en el gobierno es porque no podía reelegir en 2023. Este tobogán por el cronograma electoral activa a otros jugadores con chance, que entienden que ser legislador este año puede ser un camino hacia el poder.

Uno es Jorge Telerman, que construye también una candidatura a legislador en CABA. Conoce la administración como pocos. Fue vicejefe de gobierno de Aníbal Ibarra en las elecciones de 2003, cuando le ganaron a Mauricio Macri. Gobernó la Ciudad cuando Ibarra fue desplazado en 2005, y en 2007 fue candidato a retener la jefatura porteña. Hizo campañas ingeniosas como la que mostraba su calva como única identificación.

Este es un detalle para la chunga proselitista porque se suma a otro pelado candidato como Larreta. ¿A quién le importa? A Milei, que descalifica a gente por el aspecto, una discriminación innoble que viola derechos porque uno tiene la cara o el pelo que le toca, a menos que ensaye peluquines como Menem.

Ha insultado a periodistas afirmando que le envidian su cabellera porque son calvos. Ahora va a tener que enfrentar en las urnas a la liga de los pelados más competitivos de la Capital. Telerman sabe de campañas, asesoró a Eduardo Duhalde y a Daniel Scioli, y ha sido hasta hace pocas semanas director del Teatro Colón de la administración Larreta.

Su candidatura será por una fuerza aparte del PRO o el larretismo, pero ha sabido armar alianzas con otras fuerzas, como antes la Alianza, el Frente Grande de Ibarra, la UCR, el ARI de Carrió y hasta tuvo para su candidatura de 2007 el apoyo de Jorge Bergoglio, entonces arzobispo de Buenos Aires.

Ficha Limpia, otra zanahoria

La intención del Gobierno de hostigar al Congreso, que es donde está hoy el poder político que enfrenta al oficialismo con propaganda, entra en un camino espinoso. Olivos quiere que haya sesiones extraordinarias en febrero para eliminar las PASO. Agita la zanahoria de Ficha Limpia para movilizar el apoyo del PRO, pero la negociación despierta otros demonios.

En especial el reclamo de todos los bloques (salvo La Libertad Avanza, ese variado grupo de whatsapp) de que habilite la discusión del presupuesto 2025. Los gobernadores, que aportaron votos en respaldo de los vetos presidenciales a jubilados y universidades, y que acercan calor a la fogata de los candidatos a la Suprema Corte, están cobrando a cuentagotas.

Pero cada vez que los gobernadores se encuentran en el chat ultra partidario que los une, se identifican con el reclamo de que se regularicen los pagos a las cajas de jubilaciones, se les entreguen los fondos de los ATN que el gobierno se apropió, y se habiliten compensaciones a fondos de apoyo a la producción, que están congelados y algunos derogados, como el Fondo del Algodón o el Fondo del Vino.

Todo eso se remediaría si quedase anotado en una ley de presupuesto. Entienden que, con el paso del tiempo, el Gobierno nacional trata de que las provincias se acostumbren al regalismo, que consiste en ayudar a los amigos, pero sin que haya una regla que los comprometa mutuamente.

Otro pacto a la vista

Para que haya extraordinarias con Ficha Limpia el Gobierno tiene que volver a pactar con el peronismo, al que halagó restando quórum a la sesión en la que se iba a tratar. Fue a cambio de reelección de Martín Menem como presidente de los Diputados. No es fácil porque el peronismo, para dar lugar al debate de ese proyecto, tiene que lograr reformas.

Una es que la inhibición a una candidatura solo puede prosperar si se agotan todas las instancias judiciales, no solo las dos sentencias, como dice el actual proyecto. El Gobierno quiere compensar con la aplicación de los rigores de la Ficha Limpia también a los funcionarios públicos. Un espejismo, porque todo condenado puede recibir inhibiciones como parte de la pena.

El PRO, que siente que el proyecto es de su propiedad, agrega un detalle procesal: como el proyecto ya tiene dictamen favorable en las comisiones respectivas, no se puede modificar, y cualquier cambio hay que hacerlo en el recinto, una situación ideal para cualquier acuerdo. Esto resolverán esta semana Guillermo Francos y su equipo que vuelven de unas minivacaciones.

Macri habló con Urrutia

Los escenarios internacionales son una oportunidad para el proselitismo doméstico, y más cuando la atención del público está adormecida por el verano. También fuerza encuentros impensados, como los que querría el venezolano Edmundo González Urrutia que ocurran en una hipotética asunción como presidente de Venezuela, el viernes de la semana que se inicia.

Uno de ellos es el de Mauricio Macri, anotado como uno de los respaldos del venezolano en el club de la derecha internacional, con Felipe González, que integra el ala socialista de apoyos a Urrutia. Macri habló por teléfono el sábado con Urrutia desde Cumelén, pero no confirmó ese viaje para la asunción, que pude ocurrir en tierra venezolana, o en la frontera de ese país con Colombia o Brasil.

Hasta este domingo tampoco era firme la asistencia de Felipe González. Manifestó su interés en viajar y le pidió al premier Pedro Sánchez, con quien está enfrentado, que le brinde seguridad a Urrutia, asilado en España. Desde Moncloa han desaconsejado el viaje de Felipe por razones de seguridad.

“Aquí le traigo al polizón”

Urrutia no es del palo conservador. Viene de la democracia cristiana de su país y cuenta con el apoyo firme del gobierno de Pedro Sánchez, pero su enfrentamiento con Maduro alineó a fuerzas que pelean entre sí. En este punto hay una confluencia entre el PSOE que gobierna España y el ex premier Felipe González.

Felipe tuvo en el presidente venezolano Carlos Andrés Pérez uno de sus apoyos más importantes desde que se quedó con la conducción del socialismo em 1974 (Congreso de Suresnes, que lo eligió secretario del partido), antes de la muerte de Franco. Debido a esa relación tiene una deuda personal con Urrutia, que fue quien le dio el salvoconducto para ingresar de manera clandestina a España, cuando asumió Adolfo Suárez en 1975.

Según contó Urrutia: “Yo estaba en una misión en Ginebra, y el presidente Pérez también, en una visita oficial. En un momento, el canciller Escovar Salom me pide: ‘Pase por este hotel, lo esperará esta persona para que usted la haga abordar el avión presidencial, porque se va para su país. Usted lo busca y se lo lleva’. Eso hice: me le presenté, vi quién era. Lo metí por la parte de atrás del avión y lo llevamos a España. Al bajarnos en Barajas, el presidente Pérez le dijo a Adolfo Suárez, en tono de broma: ‘Aquí le traigo un polizón’. Así llevé a Felipe de regreso a su país.” (Cito el relato del diario El País.)

Tuneleros en acción

En la Argentina, el Gobierno se quedó con la foto de la Rosada y las del cóctel que organizó Gerardo Bongiovanni (Fundación Libertad) el sábado en el Circolo Italiano en donde hubo representación radical (Marcelo Stubrin, Karina Banfi). Pero el PRO le aportó una reunión clave para lo que viene. El lugarteniente de Urrutia, Antonio Ledezma, organizador del viaje, parlamentó con Eduardo Porretti, el diplomático argentino que designó el gobierno como Encargado de Temas Humanitarios en Venezuela, un cargo que abre fronteras por los temas que debe atender.

El intermediario fue Fulvio Pompeo, canciller en las sombras del macrismo, hoy secretario general y de Relaciones Internacionales de Jorge Macri, después de ser secretario presidencial de Asuntos Estratégicos de Mauricio. Hace un par de meses, Pompeo juntó a Urrutia con Jorge Macri en Madrid, y esta vez hizo de enlace con Ledezma para un almuerzo discreto el viernes, sin testigos del gobierno, que se quedó con la foto.

Es clave ese encuentro para lo que viene, porque Porretti es un experto tunelero en transiciones tóxicas. Fue el agregado cultural en la embajada en Cuba con los gobiernos de Menem, De la Rúa y dos años con Néstor Kirchner. En esa transición fue el segundo de Jorge Telerman. Siguió en el cargo y le tocó actuar, en diciembre de 2004, en el caso Hilda Molina, que se refugió en la embajada argentina.

Ese episodio fue una bisagra importante para el gobierno de Kirchner y sus relaciones con el castrismo. Con el gobierno de Macri fue encargado de negocios en Venezuela, y continuó con Alberto Fernández hasta 2022. El caso del gendarme detenido en aquel país es la primera misión «humanitaria» que deberá enfrentar este experto en aguas profundas en el cargo para el cual lo designó el gobierno.

Gobierno en el exilio

El Gobierno argentino subió a Edmundo González Urrutia al balcón de Perón, un aporte al proyecto del hombre que le disputa la presidencia a Nicolás Maduro, de construir por lo menos un gobierno en el exilio. Urrutia llegó en estas horas a Washington para decidir el formato de su asunción, simbólica y real a la vez, porque dice tener los votos para hacerlo.

Depende de lo que hable con funcionarios de Joe Biden y también de Donald Trump. Entre el 10 de enero, fecha de asunción de Maduro y de Urrutia, y el 20 de enero, asunción de Trump, hay un punto ciego del tiempo sobre el que nadie quiere hablar.

Los anfitriones en Buenos Aires juguetearon con la idea de hacer un desembarco en Caracas con un avión de celebridades. Se anotó Patricia Bullrich, pero otros dudan. El grupo de ex presidentes de la derecha continental -Libertad y Democracia- amaga con cumbres en Dominicana y Panamá para la semana que viene a las que también amagan con ir Macri y Felipe.

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