La ruptura en la relación entre Javier Milei y Victoria Villarruel es definitiva, más allá de los vínculos institucionales que deben conservar. Y se exhibe también en los principales funcionarios del gabinete, completamente alineados con el Presidente en una discusión que, en algunos casos, trasciende el tema salarial.
El ejemplo más explícito es Patricia Bullrich, que en el último año desde el PRO se convirtió en una defensora total de la gestión libertaria y cada vez que le consultan suelta críticas a la vicepresidenta, con la que viene teniendo enfrentamientos desde antes del inicio del mandato de Milei, ya en tiempos de armado ministerial.
«Milei es el Presidente, Villarruel, como vicepresidenta tiene que ir al Gabinete y llevar adelante las políticas del Gobierno en un lugar complicado para nosotros. Necesitábamos que empuje en el Senado para sacar las leyes que el país necesita. Que Milei haya perdido la posibilidad de tener una vicepresidenta que esté ordenada y que se discipline en decisiones estratégicas de Gobierno hace que hayamos perdido un recurso importante. El que no se adapta, se va”, dijo Bullrich en una entrevista con Radio Mitre.
La ministra de Seguridad dejó bien en claro dos posturas que, entiende, debería llevar adelante Villarruel en beneficio del Gobierno: la primera, disciplinarse, y la segunda, que sea un recurso para el Ejecutivo traccionando desde el Senado. La queja de Villarruel por cobrar «dos chirolas» de sueldo es el último detonante dentro del mileismo para salir a cuestionar a la titular de la Cámara alta. Pero esa postura de Bullrich se repite también en el resto del Gobierno. Hay un alineamiento absoluto como muestra de crítica a la vicepresidenta.
El enojo con la vice, por ser «corporativa»
Altas fuentes del mileismo aseguran que no existe una decisión tomada de salir a confrontar a Villarruel. Es más, la están dejando jugar porque entienden que los movimientos que está haciendo son «estúpidos» y no tienen una correlación con una estrategia política aceitada.
«Se complica más cuando habla. No se da cuenta que está sola. No se entiende que por un lado mande a congelar los sueldos y después se queje por ganar poco. Es una mina muy corporativa, se hace evidente en estos casos», detallan desde el Gobierno cuando se les consulta por el enfrentamiento con la vicepresidenta.
La reacción de Bullrich, en defensa a Milei, se impregna en esa lógica. Si bien nadie pide que salgan a cruzar a la vice, en la interna se aprueban esos gestos. La ministra tiene cortocircuitos con Villarruel desde hace un año, como mínimo. Fue en la primera semana de diciembre de 2023 cuando Javier Milei confirmó su gabinete y le entregó todo el control de la seguridad a Bullrich y le dio el Ministerio de Defensa a Luis Petri, su compañero de fórmula en Juntos por el Cambio. Esas áreas habían sido prometidas en campaña para Villarruel, que, a cargo del Senado, destinaría gente propia.
El reparto de cargos se había empezado a gestar un mes y medio antes, en la casa de Mauricio Macri, en una cumbre en la que Villarruel no participó y en la que Bullrich y el ex presidente le garantizaron el apoyo a Milei en el balotaje frente a Sergio Massa. Si bien no se habló específicamente de puestos a ocupar, por decantación se terminó acordando lo que posteriormente se hizo efectivo, con Bullrich y Petri al frente de los ministerios.
El último capítulo en la interna lo había abierto una chicana de Villarruel, a través de una respuesta en X que hizo a un comentario de un seguidor cuando la consultaron por el gendarme detenido en Venezuela. «Jamás habría autorizado a un gendarme a ir a Venezuela. Lo que está ocurriendo es la consecuencia tristemente obvia, pero como no soy del área de seguridad no opino de las sanciones y acciones que se debieran tomar», dijo la vice.
A las pocas horas la vicepresidenta decidió borrar el mensaje, aunque capturas de pantalla de éste ya se había viralizado. Y esas imágenes llegaron a Patricia Bullrich, que respondió con dureza: le cuestionó que use al gendarme para «juntar likes», habló de «cobardía» y aludió a las dietas del Senado. «Sra. Vicepresidente: Resulta vergonzoso que utilice a Nahuel Gallo para juntar likes, y además elimine el tuit cuando la repercusión no es la esperada. Los argentinos ya no toleran la cobardía ni el oportunismo político», comenzó Bullrich su mensaje en redes sociales», le espetó Bullrich en redes sociales.
Villarruel, en silencio frente a las críticas
Después de la frase que dejó el sábado, cuando en redes sociales se quejó por cobrar «dos chirolas», mucho menos que legisladores de Diputados y el Senado, Victoria Villarruel eligió evitar seguir confrontando con quienes, en los hechos, pertenecen al mismo espacio político de La Libertad Avanza.
Clarín habló con su entorno durante el domingo y sostuvieron que los dichos de la ministra Bullrich tienen que ver con el «pensamiento de alguien que es una empleada», por lo cual «está perfecto que piense en la subordinación absoluta» hacia el Ejecutivo.
A la vez, cerca de la Vice deslizaron una chicana a la titular de Seguridad. «Que no pierda el tiempo en pensar en estas cosas, tiene tareas mucho más importantes que hacer como traer al gendarme argentino con vida», insistieron, en relación a Nahuel Gallo, que está detenido por el régimen de Nicolás Maduro desde el 8 de diciembre.