InicioSociedadOtro elefante marino en Villa Gesell

Otro elefante marino en Villa Gesell

Un nuevo elefante marino fue observado en plena playa de Villa Gesell y redobla la preocupación de especialistas por un hecho que no suele ser frecuente en esta época del año, mucho menos en sitios de gran ocupación humana como resultan los balnearios de las localidades turísticas centrales de la costa bonaerense. Las hipótesis sobre este fenómeno son varias y se están analizando las distintas variables para poder llegar a una respuesta más concluyente al respecto. Se contemplan desde los movimientos migratorios propios de estas especies en búsqueda de zonas cálidas hasta las actividades mar adentro relacionadas con la pesca de arrastre (cuestionada por varios municipios) e incluso la exploración sísmica petrolera en plataformas cercanas a Mar del Plata.

Este domingo, un ejemplar de mirounga leonina (tal el nombre científico de este mamífero adaptado a la vida acuática marina que habita en colonias desperdigadas por el hemisferio sur) abandonó el agua para ubicarse en la orilla a la altura del Paseo 124. Fue precisamente frente al Balneario Áfrika, histórico complejo sobre el que cayó un rayo que mató a tres personas el 9 de enero de 2014, fecha de la que el jueves pasado se cumplieron diez años. Tres días antes había aparecido otro en el centro residencial de Mar de las Pampas, localidad del Partido de Villa Gesell, lo cual dio cuenta del avance más allá de la línea de médanos.

El sábado, en tanto, un elefante marino avanzó sobre las orillas de la zona norte de Mar del Plata, cerca de la escollera de Cardiel y la costa. En esa ciudad ya habían causado sorpresa la presencia de tres ejemplares a la altura de Ayacucho y la playa, en el concurrido barrio La Perla. El número de ejemplares similares que vienen apareciendo tanto allí como en Gesell y Pinamar llaman la atención por su infrecuencia, aunque el alerta se había encendido en diciembre cuando fueron encontrados miroungas leoninas incluso en La Plata, precisamente a orillas del Arroyo El Gato en la localidad de Ringuelet. “Antes podías encontrar animales solitarios, de manera esporádica, con poca frecuencia: elegían puertos como el de Mar del Plata o el de Quequén, pero ahora es un boom y hablamos de una invasión de elefantes marinos”, destacó en ese momento para el portal 0221 la licenciada en Ciencias Biológicas e integrante del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras Carolina De León.

Entrevistado por la radio municipal de Villa Gesell a principio de este mes, y en relación a las apariciones constantes de elefantes marinos en ese distrito, el integrante de la Dirección de Zoonosis local y especialista en zoología y etología Alan Kaminski resaltó que anteriormente no existía esta tendencia, por lo que se está trabajando en un protocolo de acción con el gobierno de la Provincia de Buenos Aires.

Los elefantes marinos suelen salir del mar a fin de año para descansar y mudar su pelaje, un proceso natural e importante para su salud en el que cambian toda su capa de piel. Pueden pasar sobre la arena varias horas e incluso días recuperando sus fuerzas. Durante ese tiempo, los animales necesitan tranquilidad para completar ese ciclo sin estrés, por lo que se le pide a la gente que eviten acercarse y tocarlos, ya que son especies agresivas en esas circunstancias, a la vez que se solicita expresamente que no se produzcan ruidos que puedan perturbarlos. La misma observación se realiza para los propietarios de mascotas: hay que asegurar correas e impedir que estos intenten avanzar sobre ellos.

Mientras se avanzan en distintos protocolos para lograr que los elefantes marinos puedan reposar en playas concurridas sin el asedio humano (entre ellos la instalación de guardias de seguridad y perímetros con cintas de peligro) a su vez varios especialistas intentan indagar los motivos por los cuales se observa un número mucho mayor al habitual y en estas épocas del año.

Más noticias
Noticias Relacionadas