Se terminó la espera. Ander Herrera, el refuerzo de renombre que tendrá Boca en su equipo, ya está en la Argentina. “Es el momento de adaptarme, de disfrutar de esta experiencia única y aportar mi experiencia”, dijo el español en medio de un tumulto entre periodistas y simpatizantes xeneizes que se congregaron en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza para recibirlo.
Herrera confirmó que en las últimas horas se comunicó con el volante argentino Leandro Paredes, actual jugador de Roma, para que vuelva a Boca. Sobre lo que espera de su próximo paso en el club de La Ribera, el futbolista opinó que para él “es un error poner los objetivos muy a largo plazo” y que “lo principal es el partido de la semana que viene por la Copa [Argentina] y así uno detrás de otro”.
Herrera se mostró muy simpático, agradecido y hasta calificó de “infiltrado” a un hombre que le dijo que era hincha de Zaragoza. “Tranquilo que ya nos vamos a ver”, le repetía a un simpatizante mientras avanzaba a paso de hombre por el hall central de la terminal aeroportuaria.
Al ser consultado sobre qué había hablado con el presidente de Boca, Juan Román Riquelme, el volante español dijo que “todavía no hemos podido hablar, pero seguro que hoy sí hablamos”. Sobre el club xeneize lo calificó como “gigante, especial, con una historia y una pasión única”. Según reconoció Herrera, hacía bastante que deseaba estar en Argentina porque su padre había trabajado en este país mucho tiempo, “me habló mucho de Boca y mantengo esa pasión desde niño”.
“La he podido vivir como hincha [a la Bombonera] y como jugador me han dicho que es algo único, que se pone la piel de gallina e intentaré disfrutarla”, agregó en medio de la algarabía que había a su alrededor. Herrera dijo que trata a los demás con respeto, pero “solo pienso en Boca”.
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