Vecinos y vecinas del barrio de Saavedra comenzaron una campaña para reclamar contra la realización de recitales y eventos masivos en el Parque Sarmiento. Aseguran que, además de dañar la superficie del parque, los recitales generan contaminación acústica en el lugar y en la zona lindera al espacio público. Los vecinos y vecinas encargaron una medición de impacto acústico en el último festival realizado allí y arrojó que, en efecto, los decibeles superaron lo permitido.
Las quejas por los eventos masivos realizados en el parque no son nuevas. A fines de 2023, por caso, la Federación Atlética Metropolitana había denunciado daños graves en la entonces recientemente inaugurada pista de atletismo por el montaje del escenario y el campo para el festival Primavera Sound, realizado en ese sector del parque. Antes, a principios de ese mismo año, las lechuzas vizcacheras del espacio, que incluye zonas de reserva ecológica, habían estado en el centro de la polémica luego de que las corrieran de su hábitat para poder realizar un festival de heavy metal.
El problema no paró sino que continuó durante todo 2024 con recitales o festivales de música electrónica que modificaron mes a mes la fisonomía del lugar. El último fue un festival de cumbia que se extendió durante toda la noche del pasado 14 de diciembre y los vecinos y vecinas aprovecharon esa oportunidad para hacer una medición técnica del recital. Según informaron ahora, el informe arrojó que «se registraron valores por encima de la normativa vigente y con resultados de impacto negativo para los vecinos». «Basados en este informe realizado por personal idóneo nos encontramos en condiciones de exigir al GCBA la prohibición de recitales en el Parque Sarmiento por cómo afectan a las personas y los seres que habitan en las reservas», advirtió el colectivo agrupado en Vecinos por el Parque Sarmiento.
En efecto, la agrupación redactó una nota con este reclamo, a la que accedió este diario, en la que se detalla con precisión lo recabado en el informe técnico realizado por expertos sobre el impacto acústico específico en el barrio residencial «Cornelio Saavedra», ubicado entre el parque, la avenida Crisólogo Larralde y el Parque General Paz. En el informe se explica que el estudio se realizó con mediciones tomadas en la previa y durante el recital, para poder comparar las dos situaciones, y con recolección de muestras en cuatro puntos distintos en las inmediaciones del parque: tres sobre la calle Andonaegui, que limita con el espacio verde, y uno en el interior del barrio.
«Al realizarse la comparación de las mediciones pre recital y con el recital se pudo establecer que hubo un punto de los seleccionados donde la diferencia de ruido alcanzada llegó a los 9 decibeles«, se lee en el informe, es decir que allí el sonido estuvo 9 puntos encima de los 50 decibeles permitidos para los eventos nocturnos al aire libre por la Ley 1.540 de Control de la Contaminación Acústica y su decreto reglamentario.
Aunque en un menor grado, los otros tres puntos también mostraron una medición por encima de lo permitido, con «una diferencia menor a 3 decibeles» por lo que «se las considera relevantes». El informe subraya, además, que las condiciones climáticas de la jornada en la que se realizó el festival eran favorables para el barrio, particularmente por la dirección del viento que tendió a contener el ruido, «haciendo que el impacto se sintiera en el primer punto y no tanto en los restantes».
Por la misma razón, se destaca que el sonido tuvo un impacto mayor para los vecinos y vecinas de Villa Martelli donde, aunque no se hicieron mediciones acústicas, «la cantidad de quejas y notas permitieron arribar a una comparación cualitativa de lo ocurrido». La nota presentada por los vecinos y vecinas concluye así que «el desarrollo de eventos en Parque Sarmiento ocasiona contaminación acústica, impactando de forma negativa al bienestar y la salud de las personas que habitan en el barrio lindero al Parque Sarmiento».
Desde Proyecto Lechus, la iniciativa que trabaja con las lechuzas del lugar, también manifestaron su rechazo a la realización de festivales masivos en el parque: «Las aves huyen de sus nidos y de su entorno conocido, en un afán de escapar de las luces brillantes, la música a todo volumen y las vibraciones, por lo cual se desorientan, produciéndoles daños e incluso la muerte, siendo los pichones más vulnerables», indicaron sobre el impacto de los eventos. «Por otra parte, los residuos generados también afectan a las aves, quienes los ingieren o quedan atrapados por los plásticos. Asimismo, la corta distancia a los equipos de sonido perturba enormemente el hábitat de las aves silvestres, alterando de forma considerable su comportamiento, ciclo de sueño y tranquilidad habitual», agregaron.
Además de los recitales, la situación del Parque Sarmiento viene siendo cuestionada en los últimos años por el aumento de los espacios concesionados. A fines de 2023, este diario informó sobre la ampliación de las zonas otorgadas al exfutbolista Sebastián Battaglia, que ya contaba con la gestión de canchas de fútbol de césped sintético dentro del parque y que se vio beneficiado con 4.428 metros cuadrados de tierra más para desarrollar canchas de Padel. A eso hay que sumarle las concesiones por las canchas de rugby o de tenis, que reducen la cantidad de espacio público disponible en uno de los parques más grandes de la ciudad.