Cada vez más personas toman conciencia del increíble potencial que tienen los perros para aprender y desarrollar habilidades sorprendentes cuando reciben un adiestramiento adecuado. Desde tareas simples como responder a órdenes básicas, hasta desempeñar roles complejos como guías, rescatistas o compañeros terapéuticos, estas mascotas demuestran una capacidad asombrosa para adaptarse y colaborar con los humanos.
En relación con esto, en el Puppy Kindergarten de la Universidad de Duke, un programa innovador diseñado para estudiar el aprendizaje y desarrollo de los perros, se descubrió que los cachorros atraviesan etapas similares a las de los niños pequeños. Justamente, los investigadores observaron cómo los juegos, las interacciones sociales y las tareas estructuradas ayudan a los canes a desarrollar habilidades fundamentales como el autocontrol, la resolución de problemas y la comunicación.
Aprender nuevas habilidades es crucial tanto para los perros como para las personas, y los investigadores Brian Hare y Vanessa Woods, de la Universidad de Duke, adoptaron técnicas psicológicas utilizadas con niños para estudiar el desarrollo cognitivo de los cachorros. A través de años de trabajo, lograron identificar cuándo surgen habilidades clave como la retención de recuerdos y el autocontrol, esenciales para que los perros cooperen y conecten con los humanos.
Tal y como destacaron en un artículo de National Geographic, el equipo de Duke realizó un seguimiento a 101 cachorros labradores retriever o sus mezclas, sometiéndolos a pruebas quincenales entre las ocho y las 20 semanas de edad. Estos estudios se complementaron con datos de miles de perros a través del proyecto Dognition y de 37 cachorros de lobo para comparar. Algunos de los hallazgos:
A las ocho semanas, los cachorros ya podían recordar dónde estaba escondida una golosina, incluso tras distracciones. Este avance demuestra que los cachorros comienzan a desarrollar su memoria desde una edad temprana, esencial para retener aprendizajes y responder a comandos.
El autocontrol es crucial para que los perros puedan resistir distracciones, como querer jugar en cualquier momento del día. Los investigadores observaron cómo los cachorros aprendían a acceder a una golosina dentro de un cilindro transparente, lo que demostró autocontrol al seguir un camino indirecto. Esta habilidad comienza a desarrollarse hacia las 13 semanas y marca una transición que ayuda a los dueños a abordar dilemas como responder a ladridos nocturnos.
Apenas a las ocho semanas, los cachorros empiezan a entender gestos humanos, como señalar una golosina escondida o usar objetos cercanos como referencia. A las 10 semanas, ya dominan esta habilidad, lo que los convierte en excelentes comunicadores sociales. Esta capacidad, según los investigadores, parece ser el resultado de la domesticación, más que de experiencias individuales.
Los cachorros recurren a los humanos en busca de ayuda cuando enfrentan problemas irresolubles. Este comportamiento, como buscar contacto visual al no poder alcanzar una golosina, fomenta el vínculo emocional entre perros y personas.
En esta etapa, los cachorros ya comprenden conceptos como estar atados a una correa o reconocer cuál toalla oculta un cuenco debajo. Estas nociones son esenciales para el adiestramiento y ayudan a determinar qué tareas pueden aprender y ejecutar.
Los cachorros mostraron la capacidad de invertir su aprendizaje cuando las soluciones previas dejaban de funcionar. Este aprendizaje inverso, clave para tareas como guiar a personas ciegas, refleja la increíble adaptabilidad de los perros.