La derecha avanza a paso redoblado también en Europa
Varios miles de personas marcharon este domingo en París contra el aborto, coincidiendo con el 50 aniversario de la legalización en Francia de la interrupción voluntaria del embarazo.
Los manifestantes, entre los que se destacaba la presencia mayoritaria de jóvenes, hicieron un recorrido en una tarde gélida con salida y llegada en la explanada del Trocadero, donde el acto terminó con varios discursos de activistas y de un político conocido por sus posiciones conservadoras, el exministro, antiguo eurodiputado y antiguo diputado francés Philippe de Villiers.
En su discurso, De Villiers cargó contra el último cambio legislativo que se ha producido en Francia con el aborto, con su constitucionalización en marzo del pasado año para blindar este derecho, gracias a una aplastante mayoría parlamentaria.
«Los que constitucionalizaron el aborto deberían avergonzarse», subrayó el veterano político, que presentó un panorama catastrofista de la situación del país que relacionó con el recurso al aborto: «Tenemos el récord del mundo respecto a la población, con 243.000» en un año, aunque no dijo cuáles eran las fuentes de esos datos. Insistió en que «Francia va cada vez peor» porque «acepta todas las rupturas antropológicas», dijo, y enumeró varios de los caballitos de batalla de la avanzada de las ultraderechas. Se refirió al aborto pero también al debate abierto para legalizar alguna forma de eutanasia, y advirtió de que «la civilización francesa está en peligro» y de que «el pueblo francés» si sigue por ese camino «podría ser minoritario» en su país, superado por los inmigrantes.
«Esta es una marcha por la supervivencia«, declaró enfático De Villiers, que dirigiéndose a los participantes en la concentración trató de animarlos: «Os dirán que sois unos retrógrados, pero yo os digo que sois la vanguardia».
Antes que él, hablaron entre otros una mujer que contó que hace una treintena de años había abortado porque su pareja le dijo que «eramos muy jóvenes y no teníamos dinero», y que se ha arrepentido de haberlo hecho.
Esta mujer consideró que los 50 años que se cumplen de la conocida como «ley Veil» que legalizó el aborto es un «triste aniversario» porque en ese tiempo ha habido «más de 11 millones de víctimas inocentes, más que el Holocausto o que las víctimas de la esclavitud».
El 17 de enero de 1975 se adoptó en Francia la ley defendida por la entonces ministra de Sanidad, Simone Veil, que lleva su nombre.