«Creen que las monjas y las mujeres son de segunda clase», protestó
El papa Francisco dijo este miércoles que hay que eliminar la mentalidad «clerical y machista» en la Curia, el Gobierno de la Iglesia Católica, y lamentó en ese sentido que históricamente se haya invertido poco en la formación de las religiosas. «Se piensa que las monjas, y en general las mujeres, son de segunda clase», cuando en realidad «son ellas quienes mandan», aseguró.
El sumo pontífice hizo estas declaraciones al recibir a los miembros de la Fundación Hilton, de la conocida cadena hotelera -que participa en actividades caritativas-, a quienes les agradeció: «Sé que colaboráis con algunos dicasterios vaticanos para dar a las monjas oportunidades de crecer en profesionalidad y espíritu misionero. ¡Gracias!».
En el pasado, observó el papa, se ha invertido poco en la formación de las religiosas «porque se piensa que las monjas, y en general las mujeres, son de segunda clase”, protestó. «Esto es lo que piensa la gente, pero no olviden que desde el día del Jardín del Edén ellas mandan… ¡Las mujeres mandan!», afirmó.
«Es importante que las monjas puedan estudiar y formarse. El trabajo en las fronteras, en los suburbios, entre los menos afortunados, requiere personas formadas y competentes», señaló, y recordó: «la misión de las monjas es servir a los últimos, y no ser siervas de alguien«.
En el intercambio con los referentes de Hilton, el Papa reconoció que «no hay suficientes monjas en puestos de responsabilidad, en las diócesis, en la Curia y en las universidades», y que es necesario en ese sentido «superar una mentalidad clerical y machista«.
Como un paso hacia esa deconstrucción machista,Francisco recordó que recientemente eligió a dos religiosas para altos cargos en el Vaticano, Simona Brambilla, que será la primera prefecta y estará al frente del Dicasterio de la Vida Consagrada, y la religiosa Raffaela Petrini, que se ocupará de la Gobernación Vaticana. También informó que hay tres monjas en el equipo de quienes eligen a los obispos con derecho a voto.
«Gracias a Dios las monjas están por delante y saben hacerlo mejor que los hombres. Es así… porque tienen esa capacidad de hacer cosas, las mujeres y las monjas. También he oído a obispos decir: quisiera nombrar monjas en algunos cargos de la diócesis, pero sus superiores no las dejan ir. No, por favor, ¡dejadlas ir!», concluyó.