La industria frigorífica se encuentra en un momento delicado a nivel producción y sobre todo en lo que tiene que ver con lo económico, además de que presenta problemas en la refrigeración de la carne por los altos costos que implica. En ese sentido, este medio se contactó con el consultor ganadero, Raúl Milano.
Raúl Milano explicó que la industria frigorífica opera con altos costos fijos y márgenes ajustados, lo que requiere un nivel de faena elevado para mantener la rentabilidad. “El 30% de la faena está destinada a exportación y el 70% al mercado interno, pero el 84% de los frigoríficos faenan menos de 2.000 animales al mes, lo que es insostenible”, afirmó.
La producción de la industria frigorífica en riesgo
Milano destacó que más del 50% de la faena corresponde a frigoríficos que procesan cantidades pequeñas, con algunos operando por debajo de los 500 animales mensuales. “Es muy difícil que una industria pueda sobrevivir con estos niveles de producción. El sector consumidor está particularmente golpeado”, agregó.
Fuerte caída de la demanda de cuero natural en la industria automotriz
Uno de los problemas estructurales más críticos que mencionó el entrevistado es la caída en la demanda de cuero natural, anteriormente una fuente importante de ingresos para los frigoríficos. “Históricamente, el cuero representaba entre el 35% y 40% de los ingresos totales de un frigorífico. Hoy, con la industria automotriz utilizando materiales sintéticos, la demanda se ha desplomado”, explicó.
En muchas regiones, como en Santa Fe, los curtiembres ni siquiera retiran el cuero, lo que genera un problema ecológico y logístico para los frigoríficos. “¿Qué hacemos con un cuero si ni siquiera lo quieren llevar? Esto ha generado un problema estructural para la industria”, señaló Milano.
Costos altos y problemas de refrigeración
El consultor ganadero también subrayó que el costo del frío es otro desafío significativo para los frigoríficos, especialmente en el sector consumidor. “Tener cámaras de refrigeración es carísimo. Muchos frigoríficos no pueden asumir este costo, lo que los obliga a sacar la carne caliente antes de cumplir las 24 horas necesarias de oreo”, afirmó.
Aunque el sector exportador parece estar mejor posicionado, Milano advirtió sobre la desconexión entre las exportaciones y el consumo interno. “La faena está estabilizada en alrededor de 14 millones de animales al año, pero no hay suficiente stock para expandir significativamente la producción. Esto pone en jaque al sector consumidor, que enfrenta costos crecientes y menor rentabilidad”, explicó.