Wanda Nara se convirtió en noticia durante las últimas horas al reencontrarse con sus hijas después de esta días alejadas porque las pequeñas estuvieron con Mauro Icardi como lo dispuso el juez. Francesca e Isabella, que pasaron una semana con Mauro Icardi, regresaron a su casa y le dieron una sorpresa que emocionó a la mediática. “Regalitos para mamá”, escribió ella con un emoji llorando y un corazón. La frase acompañó una foto donde se veían sus manos unidas a las de sus nenas.
Los regalos llamaron la atención de todos: un peluche Baby Three Rabbit, un llavero Cry Baby, otro accesorio con My Melody y Kuromi. Todos los objetos pertenecen al universo de Hello Kitty, del cual Wanda es fanática. Más allá del valor material, lo que destacó fue el cariño detrás del gesto. Las chicas eligieron cada detalle pensando en su mamá, y eso fue lo que más la tocó.
Lo más curioso fue el lugar donde, según los rumores, compraron esos obsequios: el Barrio Chino. La China Suárez fue vista allí con ellas justo un día antes. El dato disparó especulaciones: ¿hubo un guiño de paz o se trató de una provocación bien medida? Mientras tanto, en redes, la grieta entre “Team Wanda” y “Team China” volvió a activarse con fuerza.
Lejos de meterse en ese juego, Wanda preparó una merienda de película para recibirlas. Decoró su comedor con una mesa de mármol, sillas de terciopelo verde, vajilla dorada y flores frescas. Hubo tortas personalizadas, tazas de porcelana y dulces por doquier. Ella quiso que ese reencuentro tuviera magia, y claramente lo logró.
Por la noche, la empresaria cerró el día con una cena más relajada pero igual de cuidada. Hamburguesas envueltas con papel de marca, papas fritas y gaseosas aparecieron sobre la misma mesa, sin perder el toque de elegancia. “Menú nocturno”, escribió en una historia de Instagram, mostrando que el mimo para sus hijos no se terminó con la merienda.
Mientras Mauro Icardi se prepara para volver a Turquía, Wanda vuelve a dejar en claro cuál es su prioridad. Las fotos, los gestos, los detalles y la emoción reflejaron algo más fuerte que cualquier escándalo: el amor entre una madre y sus hijos. “Regalitos para mamá” no fue solo una frase, fue una caricia al alma después de una semana difícil.