Fue un momento que nadie esperaba que pudiera darse en pleno vivo. Mientras participaba en Cortá por Lozano, Hernán Drago se quebró en llanto frente a Verónica Lozano y dejó al estudio en un profundo silencio. Lejos del perfil tan sonriente y carismático que muestra siempre, ahora el modelo mostró una faceta completamente distinta: la del dolor más crudo.
Todo comenzó cuando el programa de Vero propuso una dinámica emotiva, donde los invitados debían recordar momentos que los marcaron para siempre. Al llegar su turno, Drago no pudo sostener la emoción y rompió en llanto.
Entre lágrimas, Hernán habló del fallecimiento de alguien muy querido que ocupó un lugar central en su vida. “Yo estoy sensible porque hoy falleció mi perrito, mi compañero de 15 años. Es muy duro, muy triste. Como dijo el Papa, entender que los tiempos de Dios son perfectos…”, comenzó explicando.
Movilizado por la pérdida de su mascota, siguió explicando el vacío que siente por su partida y cómo era esa cotidianeidad donde sentía el amor de su compañero: “Es muy injusto, uno se consuela sabiendo que lo hizo feliz. Pero es triste y duro, hay que estar en la despedida… Te mira y te huele como diciendo ‘hacé algo’, y uno no puede hacer nada”.
EL DOLOR DE HERNÁN DRAGO
“Cuesta entender que nadie es eterno, es imposible no recordar los momentos y las enseñanzas. Mi hija creció con él, y uno como padre siente mucha impotencia porque entiende que puede consolar hasta ahí, porque los hijos también tienen que entender que la vida es parte de esto. Es un aprendizaje duro”, siguió detallando Drago.
Una de las cosas más difíciles para el actor fue cuando explicó el sentir de sus otros perros, desconociendo si realmente son conscientes de la reciente pérdida: “No sé si no entiende todavía. Esta mañana estaba oliendo la cucha, como preguntando dónde estaba. Y la otra viene a seguir dándome amor”.
El llanto desconsolado de Hernán conmovió a todos, y rápidamente las imágenes se viralizaron en las redes, donde los mensajes de apoyo y cariño no tardaron en llegar. Más allá de la faceta en la que siempre se lo conoce tan festiva y fresca, este episodio dejó a la vista que, detrás de la sonrisa, también convive con cicatrices que el tiempo no logra borrar.