Declaró la empleada doméstica que había estado presa
Reconoció al hijo de los asesinados en un video, por la ropa y la forma de caminar. La había acusado a ella para desviar.
“¿Cómo no lo voy a reconocer? Es como si fuera mi hijo”. Esas fueron las palabras de Nina Aquino, la ex empleada doméstica del matrimonio compuesto por José Enrique del Río, de 75 años, y María Mercedes Alonso, de 72, con las que apuntó contra el hijo menor de ellos, Martín del Río, como culpable de parricidio. José y María fueron asesinados en 2022 en su hogar de Vicente López. Previamente Nina había sido detenida por 13 días como autora del crimen. Una vez que se demostró que no había estado involucrada, fue liberada.
Nina Aquino declaró en el Tribunal de San Isidro y reconoció al ahora acusado en la grabación de una cámara de seguridad en la que se ve a un hombre encapuchado caminando en los alrededores de la casa del matrimonio asesinado.
La ex empleada doméstica solicitó que el acusado no esté presente durante su declaración porque le tenía “miedo”. Y contó que cuando entró ese día a la casa de sus empleadores “no volaba ni una mosca”, y que se asustó “muchísimo” cuando encontró los cuerpos de las víctimas: “Encontré una vaina servida, me di cuenta de que los mataron y pensé que el asesino estaba ahí”.
En su relato, Nina afirma que llamó inmediatamente al ahora acusado Martín del Río, y relató su conversación: “Me dijo que le hablé muy rápido y no me entendió. Se hizo el p… Salí a la vereda y esperé. Llegó primero la policía y luego Martín. Al rato, él se largó a llorar”.
Así como ya había adelantado el día anterior su abogado Hugo Carribero, Nina Aquino sostuvo su inocencia y repudió su detención por 13 días. “Yo jamás haría eso, trabajé 12 años con ellos y me llevaba muy bien. ¿En qué cabeza cabe? Me llevaron a la comisaría y la pasé mal. Soy una persona grande y enferma. Lo que se me hizo no se justifica”, se quejó frente a los jueces.
Coartada falsa
Nuevamente señaló a Martín del Río también como el causante de su detención: “Me mandó presa para quedar bien. No quería ir él y prefirió mandarme a mí, a esta pobre vieja”. Tal como lo hizo Carribero el día anterior, Nina mencionó la mudanza de Vicente López a Palermo, un negocio por el que Martín les debía grandes sumas de dinero a sus padres, como el desencadenante de los asesinatos. “Mercedes hablaba de una mudanza, decía que Martín le iba a comprar un departamento. Ella decía que compró el Chateau, en el piso 31. Hizo muchos números y envolvió todas las cajas. Empezó en marzo con esto”. Según allegados a la familia, cuando los padres le preguntaban a Martín en qué estaba la compra del departamento, éste les decía que ya había cerrado la operación, pero que aún no podían mudarse porque los antiguos propietarios no se habían ido. Y aseguraba que todo se arreglaría la semana siguiente.
En el juicio la señora mencionó a la caminata del acusado, a la cual imitó ante el Tribunal. Gracias a ese video reconoció a Martín del Río “como si fuera mi hijo”. Además de reconocerlo mediante la cámara de seguridad, el abogado Carribero aseguró también que Nina confirmó que el buzo que él tenía el día de los asesinatos era de su padre, José Enrique, y que el acusado tenía el control remoto para abrir el portón del hogar.