El teléfono que sonó en la guardia de la Policía de Mendoza fue la señal de alerta que destapó el caso del gendarme argentino detenido por el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. El agente intentó cruzar a Venezuela para visitar a su familia. Lleva cinco días capturado.
«Es una locura», dijeron este viernes desde el Ministerio de Seguridad de la Nación, cuando se dio a conocer la detención. El caso comenzó el lunes. Lo que iba a ser un reencuentro familiar terminó con el suboficial argentino bajo la policía de Maduro.
Nahuel Agustín Gallo forma parte del escuadrón 27 de Gendarmería «Uspallata», en Mendoza. Trabaja custodiando el paso fronterizo entre Chile y Argentina. Por eso la primera comunicación llegó a la Policía de esa provincia.
Gendarmería intentó contactarse con él. Pero fue imposible: no obtuvieron respuesta ni por teléfono ni por mensajería.
Gallo estaba de vacaciones y viajó a Venezuela para visitar a María Gómez, su pareja (de nacionalidad venezolana), y a su hija, que viven en Caracas. Intentó ingresar por un paso terrestre desde Colombia, aunque aún no se sabe cuál.
Allí lo interceptaron autoridades de la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela. Quedó «retenido», acusado de ser un espía.
Según los trascendidos, Gallo se encontraría en la localidad de Las Lomas, para «averiguación de antecedentes».
«Lo último que supe de Nahuel fue el domingo a las 10.57 de la mañana, que me dijo que se lo iban a llevar para una segunda entrevista, porque antes cuando había hecho la migración a Venezuela, fue cuando lo retuvieron, ellos utilizan la palabra retener en vez de detener», dijo Gómez.
De acuerdo a su testimonio, Contrainteligencia le encontró mensajes que intercambiaron hace siete meses -en plena polémica por las elecciones-. Ese fue el contenido que, dijo ella, hicieron que detuvieran a Gallo.
«Lo retienen, le quitan el teléfono celular, lo revisan arbitrariamente, y yo obviamente tengo que decirlo, soy venezolana, soy doliente de esta pesadilla que vivimos, llegó hace siete meses a Venezuela por temas personales, a ayudar a mi mamá, y yo le escribir a Nahuel para contarle ‘el país se está yendo a la mierda’, que tenemos un gobierno horrible, tenemos una dictadura. esos fueron los mensajes que le encontraron en su teléfono y eso lo perjudico», sostuvo.
El caso escaló en las últimas horas. Primero, Gendarmería se puso en contacto con las autoridades de Seguridad nacional. Actualmente, Cancillería está llevando a cabo las averiguaciones.
A pesar de los intentos del gobierno de Milei para reforzar la custodia de la embajada, en marzo pasado el Ejecutivo argentino tuvo que suspender el envío de gendarmes a Venezuela, luego de que Maduro advirtiera que no los iba a dejar entrar.
Donde sí hay integrantes de GNA es en Colombia, donde participan de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. Esa misión se ocupa de monitorear la reincorporación de la FARC a la vida civil y a garantizar el Acuerdo de Paz en las comunidades afectadas por el conflicto.