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En un acto cerrado en Mar del Plata, Karina Milei abrió el año electoral: esquivó el acuerdo con el PRO y defendió la «motosierra»

«Disculpe joven, ¿por qué están luchando, qué están pidiendo?», quiso saber una mujer que confundió la aglomeración de gente que esperaba para entrar al Centro Gallego con una manifestación, una protesta. «Nada, señora, no pedimos nada. Venimos a ver a Karina Milei«, le contestó un muchacho, uno de los pocos que llevaba una banderita con la figura de un león, algo desconcertado también, porque aun acreditado se quedó afuera de la reunión («no es un acto», se encargaron de aclarar) que la secretaria general de la presidencia mantuvo en Mar del Plata con militantes. La prensa también quedó en la vereda.

El camino hacia la escala electoral legislativa, recalcaron los dirigentes, comienza en la misma ciudad donde el entonces diputado Javier Milei sorteó su primer sueldo, con un acto en las escalinatas de Playa Grande; de aquello hace dos años. El objetivo ahora es derrotar al peronismo en su principal bastión y en la renovación de las bancas de diputados y senadores. En la mañana se reunieron con coordinadores de LLA de 27 distritos de la quinta sección electoral. Cerca del mediodía encabezaron el «no acto» en el Centro Gallego de la ciudad.

La hermana del presidente Javier Milei llegó con el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, y el jefe de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, Sebastián Pareja. Sin escenario, se ubicaron en tres sillas al fondo de salón para responder preguntas de los militantes. Ofició de anfitrión Alejandro Carrancio, diputado provincial por la quinta sección y coordinador del Improtur.

Y cuáles fueron las inquietudes que les trasmitieron a los dirigentes: si habrá acuerdo con el Pro en medio de las rispideces, y si ella, Karina, va a ser candidata. Agradecimientos a los marplatenses, especialmente a los jóvenes «que hicieron conocido a Milei, que convencieron a sus padres y abuelos a escuchar nuestras propuestas», alguna anécdota («No se si ustedes saben, pero mi madre es de esta ciudad», contó Karina), pero respuestas concretas no hubo.

«Estamos viendo cómo La Libertad Avanza sigue creciendo, y nuestro mayor logro es haber hecho lo que dijimos que íbamos a hacer. Eso ha generado confianza en millones de argentinos que se dan cuenta de que el país mejora cuando hacemos lo que debemos hacer», divulgó la prensa de la LLA apenas concluyó el encuentro, que duró poco más de una hora. «Seguiremos diciendo la verdad y ayudando a los argentinos, pero enseñando que el Estado no debe estar en el medio, porque mientras menos Estado haya, mejor nos irá.»

Muchos vecinos, algún dirigente, personajes de la tele, como Alfa, el exparticipante de Gran Hermano, y el relator y comentarista deportivo Daniel Mollo, identificado con la campaña de Boca Juniors; Luis Tagliapietra, padre de uno de los tripulantes desaparecidos en el Ara San Juan, hicieron fila en el Centro Gallego de esta ciudad, que con trescientos lugares fue a contrapelo del crecimiento que destaca la gente de La Libertad Avanza, quedó chico y generó confusiones en el acceso.

Hasta le prohibieron momentáneamente el acceso a Federico Sharif Menem, hijo de «Lule» y sobrino del presidente de la Cámara de Diputados. «No me dejan entrar», pedía asistencia. Alguien debió salir para interceder por él.

«Estoy emocionado por el crecimiento de La Libertad Avanza. Este es un momento histórico porque el partido trasciende a las personas, que es como debe ser. Nuestra tarea es clara: desregular la economía, bajar impuestos y, de esta manera, impulsar el crecimiento económico. Ningún país ha prosperado sin estabilidad monetaria, y ese es nuestro punto de partida», explicó Martín Menem.

Karina Milei al ingresar al Centro Gallego para el acto con la militancia libertaria de Mar del Plata. foto: Diego izquierdo - Karina Milei al ingresar al Centro Gallego para el acto con la militancia libertaria de Mar del Plata. foto: Diego izquierdo –

¿Llegarán a un acuerdo con el PRO? Fue el riojano quien se encargó de responder: «Hemos trabajado todo el año, tenemos las mismas ideas. Seguramente vanos a trabajar juntos y tenemos la voluntad de hacerlo, pero falta todavía y es una falta de respeto hablar de listas en estos momentos».

Pareja, al parecer, se muestra más escéptico: “Cualquier espacio que quiera abrazar las ideas de la libertad tiene las puertas abiertas, siempre y cuando no condicione nuestras líneas de trabajo”. En sus redes, el bonaerense posteó sobre la visita a Mar del Plata: «No estamos instalando a @KarinaMileiOk candidata, no trabajamos así, pero si nos preguntan si es una buena candidata, a mí me parece la mejor. Con ella en la provincia de Buenos Aires se gana caminando, porque tiene fuerza de voluntad y capacidad».

Lo siguió Alejandro Carrancio en X, con una foto del salón completo de libertarios: «Nos preparamos para liberar a la Provincia de Buenos Aires».

La diputada Juliana Santillán celebró que otra vez los Milei hayan elegido esta ciudad para comenzar a urdir el armado bonaerense. «Mar del Plata acompañó con el voto a Javier Milei, fue una de las ciudades que fueron mejores organizadas electoralmente en la campaña, aportó 301 mil votos a Javier Milei. Ya no se trata del equipo del Presidente. Hoy es el partido del Presidente. Hoy tenemos sello nacional, lo que quiere decir que aquí están invitados todos aquellos que quieran compartir las ideas».

Tras la reunión, dentro, hubo momento para selfies. Muchos de los que no pudieron entrar se quedaron en la vereda hasta el final, al sol, esperando un saludo de Karina, que fue apenas una mano alzada antes de trepar a la camioneta en que se fue, o jugando a una rueda de la fortuna que ideó una FM libertaria («El rugido del mar»): las promotoras ofrecían como premios calcos, un decálogo de frases de Javier Milei y un jenga intervenido, con los ladrillitos de madera -que en el juego siempre terminan cayendo- con inscripciones como «Kukas», Casta», ESI», «Ministerio de la Mujer», lo que le aportó cierto sarcasmo a una reunión -no un acto- sin encendidas arengas.

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